Cuando al atardecer, los Гєltimos rayos del Sol jugueteaban a esconder las luces y el color del bosque del perder, algo se empieza a mover, algo a lo lejos se ve.
La lluvia hacГa del mar un rumor y el dios de las sombras se instalaba. la reina de la noche acudiГі, su majestad La Luna, bien acompaГ±ada, y una procesiГіn de almas en pena.